ECHAR UN CUBO
En tiempos pretéritos, "echar un cubo" era una práctica muy frecuente entre amigos que se jugaban "el honor" de consumir bebidas y comidas en establecimientos de expendio, sin pagarlas.
Las cuentas de las consumiciones eran anotadas en libretas, clasificadas según las mesas que ocuparan los comensales y la cantidad de personas.
Era necesario pagar por adelantado, las bebidas o comidas que se servían en el mostrador del negocio.
Los que planeaban "echar un cubo", generalmente entre cuatro, comían y bebían, pedían monedas para echarlas a las belloteras y escuchar su musica predilecta.
Luego, uno a uno se iban al baño y posteriormente salían del recinto directamente hacia la calle, sin ser notados, ya que algunos se quitaban la camisa y la sustituían por otra de color diferente, una chaqueta o cualquier otra pieza, para no llamar la atención e irse disimuladamente, volando como libres palomas callejeras.
Antes de que la tecnología estuviera en boga, la acción de echar un cubro era más frecuente.
Del mismo modo, se acostumbraba a echarle un cubo a las trabajadoras sexuales, que en esa época denominaban despectivamente “cueros”.
Esa humillante palabra, era usada en ocasiones , por quienes practicaban la profesión para auto definirse y a la vez exponer un discurso en su defensa:
“Yo soy un cuero, pero que nadie se atreva a echarme un cubo, porque lo lavo de arriba a abajo con esta chaveta”
Así eran las cosas en ese mundillo que ha evolucionado bastante luego de que los sistemas de pago se han hecho mas confiables.
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